Hoy salí de madrugada, cual curuxa cegarata, hacia Ulía para desde un magnífico otero al lado del mar poder ver la conjunción planetaria. Me recibieron las gaviotas con un estruendo atronador, pero ¿Es que no duermen?. Digo me recibieron porque me verían ellas a mí, en la oscuridad de la noche sentía algún aleteo sobre mi cabeza, pero de verlas, nada de nada. Jugaban con ventaja. Bueno, pues por donde debía de darse el acontecimiento estaba con nubes, o sea que la conjunción planetaria no será para esta vez. Pero el mar estaba bonito, y, ya que estaba allí, qué menos que plasmarlo. Os dejo unas imágenes de éste. Algunas desenfocadas, pero sin nada de luz había que hacerlo manualmente y la vista tampoco da para mucho ya. Algunas exposiciones son de 15 segundos
Por allí debía de darse la conjunción planetaria
El mar a mis pies
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